El diezmo es una práctica antigua que consiste en entregar la décima parte de los ingresos o bienes a Dios, a través de sacerdotes, templos o comunidades religiosas.
+ ORIGEN BÍBLICO DEL DIEZMO
En el Antiguo Testamento, el diezmo era una obligación para los israelitas y se usaba para el mantenimiento del templo y los levitas.
Génesis 14:20 – Abraham entrega el diezmo a Melquisedec.
Levítico 27:30 – Dios ordena que el diezmo sea santo.
Malaquías 3:10 – “Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa…”
En el Nuevo Testamento, Jesús menciona el diezmo, pero enfatiza la justicia y la misericordia sobre la simple obligación.
Mateo 23:23 – Jesús reprende a los fariseos por diezmar sin practicar la justicia.
Corintios 9:7 – San Pablo enseña que la ofrenda debe ser voluntaria y con alegría.
+ EL DIEZMO EN LA IGLESIA
En la Iglesia Católica, el diezmo dejó de ser una obligación estricta y fue reemplazado por la enseñanza de la contribución voluntaria.
En muchas iglesias evangélicas y protestantes, sigue siendo una práctica esencial para sostener ministerios y templos.
+ CONTROVERSIAS
- ¿Es obligatorio?
Algunos creen que el diezmo es parte de la Ley Mosaica y no aplica a los cristianos.
- ¿Quién lo administra?
Hay debate sobre la transparencia en el uso del dinero recaudado.
- ¿Diezmar es solo dinero?
Algunos sostienen que también se puede diezmar con tiempo y servicio a la comunidad.
Más que una carga financiera, el diezmo debe ser un acto de gratitud y generosidad, siempre con libertad y sin imposición.
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