Los Templarios, una orden militar y religiosa fundada en el siglo XII, no solo eran conocidos por sus habilidades en combate y su devoción religiosa, sino también por su conocimiento en medicina natural y el uso de hierbas medicinales. Durante las Cruzadas, los Templarios establecieron numerosos hospitales y centros de atención médica en Europa y el Medio Oriente, donde aplicaban sus conocimientos en fitoterapia para tratar a los heridos y enfermos.
Los Templarios aprendieron sobre el uso de plantas medicinales a través de sus interacciones con diversas culturas, especialmente en el Medio Oriente, donde la medicina herbal tenía una larga tradición. Incorporaron estos conocimientos en sus prácticas médicas, utilizando hierbas para preparar ungüentos, infusiones y otros remedios naturales.
Entre las plantas que utilizaban se encontraban la lavanda, el romero, la salvia y la menta, conocidas por sus propiedades curativas y beneficios para la salud. Además, los Templarios cultivaban jardines de hierbas en sus monasterios y fortalezas, asegurándose de tener un suministro constante de plantas medicinales.
La relación de los Templarios con la medicina natural y las hierbas medicinales es un ejemplo de cómo las órdenes religiosas y militares de la época medieval no solo se dedicaban a la guerra y la religión, sino también al cuidado de la salud y el bienestar de las personas.